Tecnología

La verdad, no iba a escribir ahora. Debería estar en clases de geometria pero la profe no llega. Entonces estaba enojada porque yo quería ir al colegio a lo de Lenguaje, y no pude.

El tema central de hoy, es algo que hable con mi mamá anoche, y para variar, ella siempre tiene demasiada razón en todo. Hay algo de lo que realmente no había tomado mucha conciencia, y es el gran peso que significa para toda mi generación el ser hijos de la tecnología. Uno de los ejemplos más básicos y el mismo que entendí anoche: el MSN.

El MSN es algo vital en nuestras vidas, todos tienen al menos uno (si no más) y es una forma quizás algo distorcionada de nuestras relaciones personales. Mi mamá me lo hizo notar anoche: es fácil Tere, me dijo, si no quieres hablar con alguien lo pones sin admisión, si te cayó muy mal lo eliminas y si quieres conocer a alguien lo agregas, hablas con quien quieres, a la hora que quieres, de lo que quieres, y si no te gusta, lo tienes todo controlado. Es extraño, pero sí, es cierto, lo pienso nuevamente y me parece un delirio increible, lo mismo que el mp3, tengo que reconocerlo es una de mis drogas, lo peor: es legal y me lo compró mi mamá luego de que el primero que tuve me lo robaran. Y no puedo vivir sin él. Escucho un poco de música cuando me levanto, mientras me visto, cuando hago mi cama. Me lo saco para tomar desayuno, llego al colegio y me lo pongo antes de empezar la clase, me lo pongo en clases si estoy muy aburrida, escucho en el recreo, y asi paso todo el día.

Es que de alguna forma, me da un espacio nuevo, crea una realidad alternativa en la que la música me llena por completo, entonces pienso cosas que no podría pensar de no ser por la música, me inspiro, escribo o incluso me relajo y duermo. Antes, usaba mi discman, y antes del discman mi walkman, y antes de eso, la radio. Nunca me habia dado tiempo de pensarlo asi, recuerdo cuando mi papá me compro mi primer casette. Era de los Backstreet Boys, y yo tenía 6 años. Fue ahi mismo cuando me compro mi primer walkman, y yo lo amaba. Andaba con los audifonos en todos lados y con el pesado walkman colgado de mis jeans favoritos (que por cierto tenian muchos bolsillos) y asi me movia, por toda la casa y la musica en mis oidos. Luego de tener dos walkman mas a los 12, me aburri y me encontré con la maravilla de bajar mucha música por internet, entonces mi mamá me regalo el discman y ahi comenzó la verdadera obsesión.

Como la radio de mi pieza no tenia para CD grababa mis CD's en casette en la radio de mi mamá y luego me encerraba en la pieza, noches enteras, tardes enteras, incluso dias enteros a escuchar música mirando el techo. Así paso la mayor parte de mi preadolescencia, a los 15 me regaló mi primer mp3, y entonces la cosa se puso complicada. No me lo sacaba para nada (no me lo saco para nada aun) y comencé a depender de esos sonidos, de las notas, las guitarras, las letras. De todo. Hasta el día de hoy un buen día no puede ser bueno si no está relacionado con haber escuchado una dosis saludable de musica, y eso esta dado por haber escuchado a menos 2 o 3 veces las canciones con las que estoy obsesionada y una vez todas las otras que me gustan.

Extraño después de todo, seguiré en algún otro momento, cuando entienda aún mas a fondo porque no tolero la vida sin música.

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