Adriana Miranda

Estabas con la cara de siempre, acostada en tu cama del segundo piso. Nunca te habia visto pálida, ni menos con las manos temblorosas. Buscaste en esas cajas que yo creo que sabes de memoria mientras yo me sentaba a los pies de tu cama.

Me llamaste de la misma manera que me has llamado siempre, con los diminutivos como si aun pudieras alzarme en tus brazos y pusiste en mi palma unos diminutos animalitos de cristal, una pulsera, y me dejaste con la promesa de buscar algunas cosas más. Pero, ¿Por qué? atiné a preguntar. Es por tu herencia. Sí claro, pero ya me diste mi herencia ¿recuerdas? Yo quería la caja musical, y la tengo. Es por si me muero, y reiste un poco. Luego estabas seria otra vez.
aaah. Pero como, que eres loca, ya, no me des mi herencia, si te queda para rato, lo que si me tienta son los libros que tienes abajo, en el comedor, los tendré para mi cuando te vayas. Pero si queda poco, Teresita.

No me digas esas cosas. ¿Te prendo la tele? ¿Te junto la ventana? Que no entre tu amante por la noche! que si no te resfriaras más.
Reiste otra vez, pero muy poco. No, estoy bien, estoy con la radio. Así me duermo. ¿Y no te quieres levantar? No, quiero tomar sopa, es que no tengo mucha hambre. Bueno, le diré a mi tía.
Pero cuidata ¿ya?
Un enésimo beso en tu mejilla casi octogenaria, y atesoro todo lo que me diste y todo lo que me has dado.

Te quiero mucho, abuela.
Y mejórate. No veo porque este, tenga que ser el momento. Al menos esperate que de la PSU, para que puedas abrazarme y felicitarme. Al menos eso. Sólo eso.

( )


¿Qué ha sido de mis lluvias? No resisto con facilidad el caos (que creo con mis propias manos), me pregunto si soy más que un envase (para los demás); si soy algo incorpóreo (amor, disgustos, proyecciones, notas). Anoto todo, sólo para no olvidar y ( ) me hace sentir atemporal, como si hubiese permanecido aqui por siglos enteros, esperando a que algo cambiara, a que algo quebrara la monotonía absurda en la que nos sumimos (por voluntad propia). Ahora escarbo entre el idioma inexistente y las canciones sin título de Sigur Rós, quiero intentar recordar los mayores momentos posibles, no quiero dejar nada en las sombras del olvido, en los tinteros vacíos, en los lápices sin tinta (amontonados en el basurero), en las miradas (que se quiebran) frágiles como pergaminos, en el pánico a un día recordar (todo).


Pero es lo que soy. Lo que soy (casi) por completo, cuando escribo (porque sí)

No más

por favor.

Appear offline

A las 4 tenía que llegar el Jota para lo de la fonda. Comienzo a escribir a las 4:23 pm. Comienzo, pensando que nunca más voy a pedir un consejo de nada a nadie, se que suena egoista, casi egocentrico, que se yo, me molesta que suene así. Pero... no hay muchas opciones, es escuchar cosas que no me gustan o esto. Y, ¿Por qué no pensar, y no confiar que yo puedo decidir bien? De vez en cuando puedo tener la razón para mí misma, y tengo que tener mas seguridad en lo que pienso y en lo que quiero hacer.

Sí, si lo sé, soy alterada para casi todo. Por eso hoy dije eso que nunca dije "ya, bueno, como quieras, me da igual, me da lo mismo, no me importa" Y la reacción fue inmediata ¿no? "No, si yo se que no te da lo mismo, no si no es verdad, no si no..."

Puede ser, que de vez en cuando, yo misma me conosca mucho más. Puede ser, que ahora tenga la razon, y que no tenga que hacer lo que los demás quieren para mi, si no, lo que yo quiero.
Y es necesario abandonar esa practica de salir corriendo y...

"Necesito un consejo! Qué dices?"

No, Teresita del Rosario, desde ahora en adelante "No sé que hacer, pero voy a pensar sobre eso, no estoy segura pero, yo voy a encontrar la solución"

Si al final, sé lo que quiero hacer, pero no me atrevo. Pero ahora, todo va mucho mejor.

End of the end


Estás como esa sombra doble que veo siempre, cuando camino de media tarde casi noche, al menos 3 veces por semana cuando cubro la distancia que hay entre mi casa y el Preuniversitario.
Estás cuando me siento en esas sillas, martes y miercoles a las 5 pm. El sol se va, historia de Chile primero, Historia universal después, las piernas me duelen de tanto estar dobladas, y mis ojos se pasean entre la pizarra, y el libro.
La guía. 15 preguntas siempre, A B C D o E, cinco alternativas que te cambian el mundo como si una simple letra, un simple punto negro fuera un portal a una dimensión desconocida.
Está como la frase. Ya parecen siglos, dont ever feel the same, y el sol pegando fuerte en la espalda. El agua que me mojaba los pies, las piernas y hasta los pantalones.
Doble somo sombra, nuevo ante la comparación, maldito entre tus pares. La cama de dos plazas que se hundía en esa pieza clara, con olor a ensueño. Los pies que duelen de tanto caminar y cubrir distancias.
Entre el Preu y la casa, la casa y el preu, el preu y el colegio, el colegio y el sol, el sol y las nubes, la nube amorfa y el pasto que da alergia.
La nube amorfa como yo.
Estas doble como noche, amorfo con cinco alternativas del cielo a la tierra.
Estas cansado, estas cansada, estas que no existes.
Estas nada.
Y tienes derecho.

Sometimes

just
like
heaven



Dormir en multiplos de una hora y 30 minutos.

nada


Me llueve el alma mientras camino.
Me llueven los ojos cuando intento mirar el cielo teñido de gris.

Me llueve la vida entera mientras el cielo se descarga de a poco, con temor, con lentitud.
Me llueven los pies cuando camino, y los pensamientos chorrean hasta intentar tocar el piso.

Sopla un poco de viendo, me acomodo en mi asiento personal de este anfiteatro llamado mundo, llamado vida. Contemplo intentando mirarlo todo desde lejos, desde fuera, sin que me importe, sin que sienta nada. Como una cosa, como el vacío.
Intento no escuchar cuando la tormenta se descarga.

(Pero, ¿Qué hacer, si mi anfiteatro se llueve? ¿Cómo volver a secar todo?)

¿Cómo olvidar esa sensación maldita de calma que se siente cuando el dasánimo me incita a dejar todo tirado? ¿Cómo olvidar esa angustia, esas ganas de al menos sentir la rabia de la frustración, que la quietud del desánimo?

¿Cómo olvidar que me lluevo entera y mis ojos se cierran?

Paréntesis

Nunca te diste cuenta.

Los años pasaron en silencio, arrastrando sus recuerdos por la calle que se mantenía al frente de esa casa. De nuestra casa, de la casa que no existia.
Las caras se transfiguraron, los muebles se fueron acabando, las sillas ya no eran sillas y los árboles ya no daban frutos.

¿Qué esperabas?

Aún hoy me lo pregunto, en silencio, en la inconformidad, las cosas acabaron y aún seguimos aquí, esperando por algo, por algo que no sabemos que es.

¿Es que acaso la casa aún espera por nosotros, vacía, deseando nuestro sueño de felicidad?

Es que despertaste de tu sueño y te fuiste, asi, sin más, caminando como si nada, olvidando hasta tus zapatos, Esos zapatos que tanto te gustaban.
Despertaste de tu sueño, y yo aún sigo soñándolo, sin sillas, sin casa, sin frutos y sin soles de primavera, simplemente susurrando: "Es que nunca te diste cuenta"

Nunca.
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