Unanswered: un 13 de enero hace 7 años

Se supone que, tal como el título lo dice, este es un post para un 13 de enero. Pero guess what? este año nada pudo obligarme a postear en dicha fecha. Este año después de 7 años me puse las zapatillas y corrí 23 kilómetros intentando hacer una representación de como se supone que uno hace para dejar cosas atrás: no wonder I ended up running in circles.

13 de enero, 2011, 21.15 pm.

it's been a while now since the last time I needed to come here and do this. But, the thing is, I'm in pain. I'm hurting deeply and can't even really tell why. Well, maybe I CAN, but the point is that I can't really locate the area from which this pain has been unleashed without much warning or mercy.
At the moment, I seem to be prisoner of these feelings, these things I can't quite comprehend. These emotions that, at the moment, are burning me with a powerful never-ending all-consuming fire.
It might be that THE DAY is approaching, it might be that I feel that people don't really understand me most of the time, it might positively be that I can't quite comprehend myself or my motives for that matter, or that even though I feel most terribly and horribly alone I can't find a way to connect with people. Or, to put it in another way, whenever I feel the need to be held or soothed I just don't know where to go, who to trust, who to talk to. I feel out of place, ashamed of my own very basic and human needs.

Because, you know, I'm the kind of girl that just always there. Present, available, with a kind smile plastered to her face wanting and waiting to help you, observing you, trying to decode you in order to anticipate your needs. Yet, I do not have much of that in my daily life. Day in and day out in live through this nebulous kind of life in which I'm not sure about anything at all, in which I am not contained nor held nor understood and I feel pretty much depressed or sad or horrified or with the powerful need of drinking tea and going for long walks by myself just to remember how is it that we human beings endure this thing we call 'daily life' without the dramas that go on and on in my head.
Running has kept my mind off the topic for some time now, my being in my 10th week of training for the half-marathon. Tomorrow is rest day, and considering that Friday is usually the most important day of the week because I get to run my weekly long run I should be feeling differently. Confident, happy, challenging. Yet, the only thing I can think of is that on Friday it will be seven years since I last saw you. And you know, the human body is an amazing thing, did you know that it takes our body seven years to completely renew all our cells? Yes. In seven years we are pretty much a new human being. It means that I am now a stranger. It means that my dad has never seen or touched this body. It means he has never hugged or kissed this flesh. It means that I have finally become someone else, not his daughter, not the girl he left but someone else. Someone he could pass by on the street and not recognize. I always thought this was what I wanted, but, as with everything else in my life, I realized way too late that this was completely the opposite of what I expected.
It shouldn't have struck me as something odd that I still wanted to have him, to see him, to hug him, to have the word 'dad' be a common one in my vocabulary. Yet there I was this morning when I woke up, completely astonished at the so-obvious-revelation: that I never thought we would go so far as to wait seven years for an answer that will probably never arrive.

Survivor: Adiós 2011

Es cierto que casi no he escrito aquí. Si tengo que ser honesta, este fue un año bastante rápido y ocupado y el poco tiempo que no estaba estudiando, quería descansar y no escribir. Es una explicación simple y casi barata, pero es la única que tengo.
Asi que hoy vuelvo, hoy por distintos motivos, porque el año se acaba, porque hoy se celebra un nuevo cumpleaños de mi papá, hoy porque mi entrenamiento para la media maratón va viento en popa, hoy porque pronto empezará el año en el que me voy a licenciar.

Sí, how mad is that. Parece que recién estaba en tercero medio y decidí crear este blog, oh no, parece que fue ayer cuando entré a la U.

2011: termina en número impar, los años con números impares siempre serán, por decreto personal, mis favoritos. Terminé tercer año de licenciatura. Parecía imposible, tantos ramos extraños y otros tan dificiles y otros tan fomes, pero terminé. En vacaciones de invierno comencé a correr, y que extraño fue darme cuenta que era como si siempre hubiese estado corriendo. Y en verdad, siempre lo he estado. Intentando escapar de problemas, de situaciones, de recuerdos, de sueños, de palabras, de impedimentos, de miedos y de fantasmas. El 1 de abril de 2012, cuando falten dos días para que cumpla 21 años, voy a correr 21 kilómetros, y aunque muchos puedan tener sus propias creencias de porque hago esto, yo quiero pensar que es un rite of passage, una forma de decirle al mundo y al cosmos que yo gané de todos modos, que soy una sobreviviente, que pude sobrevivir (en algunas ocasiones con menos gloria que en otras) a cada una de las pruebas que tuve que pasar para llegar aquí. Que pude sobrevivir la soledad, los pensamientos, los cuentos sin terminar, la incomprensión, la pena, la rabia, que mucha gente entrara y se fuera de mi vida sin siquiera saludar, que mi papá desapareciera de la faz de la tierra cuando yo aun ni siquiera sabia que quería estudiar, las frustraciones, las complicaciones, el sentirse extraño, diferente, el no encajar y otros tantos mas.

Sobreviví. Crecí, maduré y hoy no me queda más que decir que confesar que estoy feliz. Que más que estar feliz, soy feliz. Que estudié lo que me gustaba, que hago lo que me gusta y que veo un futuro claro y tranquilo y que estoy ansiosa por todo lo que se viene. Porque mi vida la construyo yo, y creo que ya lo demostré con creces.

Para el 2012 no pido nada. Sé que será un buen año. I mean, how could it not be a good year. Me licenciaré y correré una media maratón. Y muchas otras cosas más.

(Y claro que el 2012 se acaba el mundo, pero no como todos piensan. Este año seremos nuevas personas, pero antes, tenemos que dejar atrás a los viejos 'yos')

On empty teacups and sleepless nights.

Desde hace un tiempo que tengo la sensación de no estar aquí. O sea sí, pero muy dentro de mí. Esto que se ve por fuera es una mera carcasa, un contenedor, casi una bolsa ziploc. Dentro, y no sólo dentro, si no que muy en lo profundo, hay alguien. Esa soy yo, al fondo, escondida, en un huequito aislado de sonidos.
No sé si soy yo pero mi fe en los fines de semanas se fue a la basura de una. Sin muchas palabras, y en pocos minutos. Chao. Siempre espero algo demasiado místico de algo ultra mundano, supongo. Que el fin de semana me traiga paz, que por favor este fin de semana pueda escribir, que por favor sea especial, que sea distinto, liberador, iluminador. En cambio, I've got this. And this is all I've got.

Durante este fin de semana, nada nuevo. Encerrada en las profundidades (con excepcion del sábado por la tarde, donde salir a flote fue como ahogarse, que ni idea si es horrible o hermoso pero a final de cuentas es estar vivo y estar vivo cuenta). Increíble lo que me pueden hacer dos días. Tan pocas palabras y tantos significados. Y tanta mierda, claro, cómo no señor. He mencionado que estoy terminando mi sexto semestre de licenciatura y que no he reprobado ni un sólo ramo? O sea que el próximo año me voy a licenciar con 21 años? right. Y en estos dos días que nada tuvieron de místico (casi una burla a mi esperanza inocente) escuché cosas como, tu carrera no sirve para nada, ha sido un gasto de tiempo y de plata inútil, no debería haberte dejado estudiar lo que estudias, estas siempre tan lejos, eres tan autista, la gente se queja de que no los pescas, no te voy a pagar los ultimos años de carrera hasta que te des cuenta de que estas equivocada y tu carrera no sirve. Y yo entremedio intentando ver que haré, convenciendome de que nada es tan terrible como suena. Pero entremedio hay otras frases...

ah, y claro, la infaltable. Lo hago por tu bien.

Such a beautiful lie, isn't it. Tan bien pronunciada, perfectamente orquestada, con ritmo incluido y con un aire de solemnidad gratis. So perfect. Bullshit.
Por eso me siento aquí, escribo pensando que el único momento en el que escribo es cuando todo se derrumba, y que después de todo es deprimente querer escribir si estas son las unicas circunstancias posibles. Una taza de té vacía que reemplaza a la taza de té frio. Una cabeza entre dos manos de un cuerpo que es sólo un contenedor. Vacío.
No sé si valga la pena salir de mi escondite de manera permanente si todo lo que recibo es esto. Esto y otras cosas. Esto y críticas. El futuro me mira y yo lo miro sin pestañar. Tengo ideas de lo que puede ser, de lo que quiero hacer. Más que nada tengo una lista de to-do llena de esperanza, y un poco de miedo junto con un recordatorio de que si no lo hago yo, nadie lo hará por mi.

Asi van las cosas no más. Bien rancias, sin colores y con dos piernas que trotan y trotan para intentar dejar todo atrás.

Dog days are over

Ok, I know. Long time no see. Ha pasado un tiempo bastante poco decente desde la última vez que escribí. Entremedio han pasado cosas, algunas memorables, la mayoría sin sentido y ultra fomes. Llevo 3 meses corriendo formalmente, entrenando 3 veces a la semana habilidades distintas, building stamina on mondays, jugando con intervalos los miercoles, y practicando velocidad los viernes. He corrido dos 'corridas' de 3k, y en dos semanas correre una de 5. En general corro mucho más que eso y la razón detrás de este hábito tan extraño y quizás repentino no tiene nada que ver con lo que la mayoría cree (o al menos, con lo que mi mamá cree). Corro por que cuando corro no siento las piernas. Raro, sí. ¿Cómo no sentir las piernas cuando las ocupas más concientemente que nunca? Es así simplemente. Cuando corro no siento las piernas, y por ende, sólo me queda la cabeza flotando sobre los hombros, y una maraña enredada de pensamientos que trato de organizar, categorizar, poner en cajas que después intento cerrar con scotch. Ah, y sí, que no se me olvide ponerle nombre a cada caja. Es una tarea un poco cansadora, y si tengo que ser honesta, un poco imposible. So, I guess that's what keeps me running. La esperanza de poder ordenar tantas cosas que pertenecen a mi caos interno y que siempre se rebelan ante la pulcritud obsesiva compulsiva de mi orden. Si, se rebelan a mi agenda ordenada, se rebelan a mi schedule de estudio y de ejercicio, se rebelan ante la posibilidad de tener un menu con todo lo que comeré en un día. Se rebelan a lo predecible.
Algunas de las otras cosas que han pasado es que ya no escribo tanto. De hecho, ya no escribo casi nada. No he escrito en mi diario, ni tampoco he sentido la necesidad de pasarme por aqui. No he escrito ningun cuento que tenga más de dos lineas o más de una sola idea buena. No he sentido necesidad. He estado en un estado de trance por mas meses de los que puedo recordar y, hey, no se siente para nada mal. Analizo cosas a medias, me hago preguntas que prefiero dejar sin respuesta, y si, corro. Por eso corro. Corro en trance.
La u va bien, si es que hay alguien que lea esto que le preocupe. 6to semestre, ni un ramo reprobado, la mayoria de los ramos fomes, la mayoria de las veces tengo mucho sueño, la mayoria de las veces quisiera leer otras cosas y no mis guías.

Y eso. Octubre se me ha pasado como un viaje en metro de vuelta a casa. Si afuera hace frio, el metro esta tibio, si afuera hace calor el metro es un horno. Depende del día el metro esta vacío o lleno. Pero siempre es lo mismo. Sentir que falta tanto para llegar a la casa, y de la nada estar bajandome en la estación y pensar 'que bien se siente viajar' y tener la tentación de volver a subirme sólo para hacer el camino de vuelta una vez más.

Extraño, lo sé. I'm so used to it.

Caminar like a fish out of water

No sólo porque la sensación de ser un fish out of water tenga una connotación totalmente distinta en inglés; sino que también porque es dificil caminar sin respirar... sobretodo porque me gusta caminar. (y correr hasta no sentir las piernas)

Esto no es un cuento, es un recuerdo: In memoriam THDP.

Había una vez un hombre que dió a luz, ó tuvo ó adoptó (eso no se sabe realmente) a tres mounstros. La verdad es que nunca los quiso, pero desde el momento en que los tuvo por primera vez se dió cuenta que no podría dejarlos hasta que pudiesen cuidarse solos. Nunca les tuvo miedo y por eso se propuso criarlos hasta que fueran lo suficientemente grandes. Entre medio los mounstros aprendieron a leer y a escribir. Les gustaban sobre todo las historias en las que se describieran oficios. No eran precisamente humanos, pero sin tener a nadie con quien compararse, cabe la posibilidad de que no se hubiesen dado cuenta de lo diferente que eran. No tenían nombre, al menos no en ese tiempo, y siguieron sin nombre mientras estuvieron al cuidado de El Hombre, lo que pasó después es otro cuento. Aprendieron a hablar también, y la primera palabra que aprendieron a comprender y pronunciar fue el nombre del Hombre. Les gustaba como los sonidos les raspaban la garganta antes de salir al exterior y transformarse en palabras y oraciones no muy largas. Les parecía un show de magia supremo el hecho de que un poco de aire se convirtiese en cosas con significado propio.
El problema era que El Hombre sabía que, tarde o temprano, tendría que irse lejos de allí. Era como una sentencia flotando muda sobre su cabeza.
Los mounstros siguieron creciendo y llegó un punto en que llegaron a parecer humanos, pero no tanto. Quizás un poco en los gestos, o más que nada, en ese tonto afán de intentar ser algo que no sé es ni nunca se será. O en una de esas no se parecían para nada y esto es una pura invención o mala apreciación.
------------

Los mounstros siguieron creciendo y llego un punto en que llegaron a parecer humanos. Los mounstros eran humanos, pero ya era demasiado tarde. Era hora de partir.

El hombre se levantó un día y tuvo cuidado de no ponerse sus zapatos, pensó que lo mejor era dejarlos atrás. En cambio, se anudó su bufanda con cuidado al cuello, se hecho un pedazo de pan duro al bolsillo y se fue, caminando, y sin mirar atrás.

Los mounstros se despertaron con la vaga sensación de que había algo fuera de lugar, pero no fue hasta mucho después que pudieron determinar que era. Gimieron y gritaron aullidos de tristeza, pero todo fue en vano. Los tres mounstros, tan acongojados estaban, se metieron en su cama y decidieron no levantarse hasta que el hombre volviese. El problema fue que El Hombre nunca más volvería. De tanto en tanto el tiempo comenzó a pasar, mientras que los mounstros de tanto estar en cama empezaron a crecer y a crecer. Un día, aburridos y sin muchas esperanzas, decidieron levantarse. Para ese entonces ya no parecían mounstros y en cambio tenían un figura totalmente humana y extraña. Extraña, se dice, porque en su rostro aun permanecía aquel insaciable gesto de curiosidad y porque en sus ojos habitaba una vulnerabilidad que definitivamente no era humana.

El hombre dejó atrás a dos mounstros y una pequeña mounstra, que para el tiempo en el que comienza esta historia ya no son nada de eso, si no que dos hombres adultos y una mujer joven que se mueven por el mundo sin encontrar un lugar apropiado. Es por eso que la mayoría de la gente los cataloga como nómades, si es que algo como eso aún existe. El unico problema es que ellos aun no saben lo que significa esa palabra, y probablemente permaneceran sin saberlo por el resto de sus poco humanas vidas.
---------
Se supone que la historia comienza aqui, pero la verdad es que ya se acabó. In memoriam THDP. Porque tengo que levantarme y dejar de esperar.

Respirar despacio en un día nublado

No es que yo le quiera hechar la culpa al mundo exterior pero sigo clamando que el mundo esta al réves, patas para arriba y todo. Por mientras ando en silencio caminando como zombie cansada-no cansada, sentadita en un arbol imaginario mientras miro a la gente pasar. Cuando no quiero escuchar la gente quiere hablar, y en general cuando quiero hablar nadie quiere escuchar. Intento no ser repetitiva, monotona, fome, mala onda, antipatica, gruñona y otros; pero la verdad, la real verdad, es que no me sale. Intento entender cosas que no entendía antes, cosa imposible, ahora entiendo menos que nunca.

Los años no nos hacen más inteligentes ni más maduros, sólo más propensos a darnos cuenta que lo que no se entendía antes menos se entiende ahora. Por eso que me dedico a escribir un manual de como vivir todos los días, y le pongo, Rule for Survival #no se cuantito, y escribo, convencida de que de algo tiene que servir. Super segura de que cuando yo quiera hablar y la gente no quiera escuchar no me va a importar.
Con tecnología de Blogger.