Es difícil escribir después de todo. Pasan meses, pasan horas, pasan semanas. Y ahí está el cuerpo contemplativo de uno: sentado frente a un pedazo de papel en blanco. Las ideas nunca faltan, obvio. Las ideas sobran. Pero encontrar alguna idea que se extienda en el tiempo o que de para escribir algo decente en más de dos planas es (a veces) pedir demasiado.
Se supone que debería tener (o al menos hacerme) tiempo para escribir. Estudio letras, debería ser natural, casi que una second nature. Pero no funciona tan así. No tengo tanto tiempo, y cuando debería estar escribiendo quiero descansar y mirar el techo. Porque escribir requiere pensar, es un esfuerzo, no es tanto por placer como a veces se piensa, es un trabajo más. Y entre trabajos universitarios, correr de allá para acá, que hace ejercicio, que hace aseo, que cuida al perro... Lo peor es que son excusas baratas, hasta yo puedo verlo.
Es que, es triste sentarse día tras día intentando escribir, hasta que un día escribes y, sorpresa, ni siquiera te gustó lo que escribiste, y por más edición, machetes, tijeras y parche curita que le pongas, no pasa nada. Obviamente es algo que se practica, y al mismo tiempo, no es algo que alguien pueda enseñarte. Asi que supongo que tendré que dejar de inventar excusas, sacar alguna de las varias libretas en blanco que guardo, tomar un lápiz y escribir hasta que algo salga.
Aunque sea malo, aunque sea feo, aunque huela a viejo.
Se supone que debería tener (o al menos hacerme) tiempo para escribir. Estudio letras, debería ser natural, casi que una second nature. Pero no funciona tan así. No tengo tanto tiempo, y cuando debería estar escribiendo quiero descansar y mirar el techo. Porque escribir requiere pensar, es un esfuerzo, no es tanto por placer como a veces se piensa, es un trabajo más. Y entre trabajos universitarios, correr de allá para acá, que hace ejercicio, que hace aseo, que cuida al perro... Lo peor es que son excusas baratas, hasta yo puedo verlo.
Es que, es triste sentarse día tras día intentando escribir, hasta que un día escribes y, sorpresa, ni siquiera te gustó lo que escribiste, y por más edición, machetes, tijeras y parche curita que le pongas, no pasa nada. Obviamente es algo que se practica, y al mismo tiempo, no es algo que alguien pueda enseñarte. Asi que supongo que tendré que dejar de inventar excusas, sacar alguna de las varias libretas en blanco que guardo, tomar un lápiz y escribir hasta que algo salga.
Aunque sea malo, aunque sea feo, aunque huela a viejo.
1 notas musicales:
No es tan fácil, como lo dices. Es como la vida no? hay dias feos, malos, asquerosos. Pero siempre habrá uno nuevo. Hasta que, de repente, habrá un día que le saque la cresta a los demas, porque será uno de aquellos. Uno de los buenos.
=)
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