Pisa las hojas que se empiezan a caer por el otoño que recien llega. Pero ¿quién te dijo que podías pisarlas de esa manera? Camina por la tierra, casi sin darte cuenta que las piedras te clavan y que uno que otro vidrio te corta la piel en tiritas. Pasea por el pasto, por esa hierba tan verde y tan viva en esta epoca del año en que todo parece morir.
Escucha... Memoriza el sonido casi prohibido de tu humanidad paseando sin sentido. Y entonces prepárate, es este el momento. Cuando saltas sin moverte y caminas sin respirar, y de pronto tu mente se vacía sola... sola.
Que extrañas esas cosas que salen de ahí ¿no? son esas cosas que ni sabías que estaban guardadas (mentiras) sí, ¿lo olvidabas? Ese pasado oculto que sale cuando te mojas los pies en la invisibilidad del pasto y en la semi-oscuridad de una tarde que no es tarde, y que tampoco quieres que acabe. Esta tarde que pretende ser tarde con la luna que pretender ser luna, cuando en realidad es el sol mentiroso que se disfraza porque nunca pudo aceptar nada. Nada.
Tú tampoco sabes (puedes) aceptar nada. Tú, que estás ahí dentro tan dentro. Tan en el fondo como esos recuerdos del inconciente que dicen que todos tenemos. Y es este el ejercicio más practico de todos: sentarte a que alguno de tus hemisferios cerebrales (o quizás los dos) diga eso que tiene que decir, y que no se pudra dentro.
(Una de las maneras pedagógicas que encontré para tener la mente más liviana: escribir por escribir, y sólo escribir sin importar la lógica o la coherencia de las imágenes mentales)
Escucha... Memoriza el sonido casi prohibido de tu humanidad paseando sin sentido. Y entonces prepárate, es este el momento. Cuando saltas sin moverte y caminas sin respirar, y de pronto tu mente se vacía sola... sola.
Que extrañas esas cosas que salen de ahí ¿no? son esas cosas que ni sabías que estaban guardadas (mentiras) sí, ¿lo olvidabas? Ese pasado oculto que sale cuando te mojas los pies en la invisibilidad del pasto y en la semi-oscuridad de una tarde que no es tarde, y que tampoco quieres que acabe. Esta tarde que pretende ser tarde con la luna que pretender ser luna, cuando en realidad es el sol mentiroso que se disfraza porque nunca pudo aceptar nada. Nada.
Tú tampoco sabes (puedes) aceptar nada. Tú, que estás ahí dentro tan dentro. Tan en el fondo como esos recuerdos del inconciente que dicen que todos tenemos. Y es este el ejercicio más practico de todos: sentarte a que alguno de tus hemisferios cerebrales (o quizás los dos) diga eso que tiene que decir, y que no se pudra dentro.
(Una de las maneras pedagógicas que encontré para tener la mente más liviana: escribir por escribir, y sólo escribir sin importar la lógica o la coherencia de las imágenes mentales)
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Now playing: The Polyphonic Spree - Get Up and Go
via FoxyTunes
1 notas musicales:
Excelente, a mi también me gusta escribir de esa forma espontánea de vez en cuando para despejar mi mente de problemas. Por cierto, al nombrar eso de los hemisferios, me has puesto a pensar. Que terrible que toda capacidad de abstracción y de creación humana se pueda reducir a una suma de sinapsis... ¿No lo crees así? En ese aspecto prefiero ser algo más romántico... no sé, hablar de mente me parece algo más mágico, inexplorado, ¡impredecible! Pero al hablar desde el punto de vista neurofisiológico, como que la magia se esfuma... y todo se vuelve concreto. En fin...
Tere, espero que estés muy bien. Por cierto, ¿encontraste lo que querías decir? ¿lo pronunciaste? No hemos hablado desde hace tiempo por el msn, pero es que al verte conectada siempre estás tan ocupada, que prefiero no molestarte.Yo en la U estoy bien, ya comenzando con los trabajos difíciles. Por suerte tengo pocas asignaturas este semestre, solo 4... como reprobé estadísticas 1 en el primer semestre... quedé un poco atrasado, pero no es nada.
Muchos abrazos para ti
See ya!
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