Dalí en sus últimos días y luego de perder a su amada Gala, se hizo cristiano. Se volvió ante eso a lo que le había dado la espalda casi toda su vida (si no es que toda). Es mi pintor favorito. Su surrealistamo y su metodo paranoico-crítico me atolondran y emocionan hasta el alma, los huesos e incluso las pestañas.
Anne Rice, por otro lado, es mi escritora favorita. Sus vampiros nada tienen que ver con los que vemos ahora. Sus vampiros son siniestros, sensuales y rayan en lo macabro. Esa sensación de prohibido al leer sus libros fue lo que más me atrajo a su literatura, y hoy, luego de más de 40 años siendo atea, mi escritora favorita vuelve al cristianismo. Luego de haber pasado toda una juventud y adultez en la solitaria compañia de sus vampiros y el recuerdo de su esposo muerto, vuelve a Dios.
¿Será que yo también?
Anoche tuve unos sueños de esos que nunca me logro acordar, pero tenia la sensación vivida de que tenía que cambiar mi manera de pensar, aferrarme a algo concreto en la vida, asirme de algo para no naufragar, colgarme en el cuello el escapulario que me había regalado mi abuela antes de morir hace más de 10 años atrás, y volver, hoy con casi 18 años, a olvidar que alguna vez en mis tiempos de preadolescencia, en ese limbo entre los 12 y los 14, me proclame con orgullo atea. (O quizás agnostica. O probablemente nada de lo anterior)
Hace poco escribí que seis años de ateismo no pasaban en vano. Hoy lo reitero, pero con un significado totalmente opuesto. No puedo, más alla de querer o no, es que no puedo, no lo soporto, I can't stand, esto. Siento que voy a al deriva, y como Dalí, y como Anne, y como muchos otros, no encontré otra cosa más perfecta para ser mi salvación que esto: Creer en eso que no se ve, pero que da fuerzas.
Extraño. (ni yo lo creo). Pero cierto.
Anne Rice, por otro lado, es mi escritora favorita. Sus vampiros nada tienen que ver con los que vemos ahora. Sus vampiros son siniestros, sensuales y rayan en lo macabro. Esa sensación de prohibido al leer sus libros fue lo que más me atrajo a su literatura, y hoy, luego de más de 40 años siendo atea, mi escritora favorita vuelve al cristianismo. Luego de haber pasado toda una juventud y adultez en la solitaria compañia de sus vampiros y el recuerdo de su esposo muerto, vuelve a Dios.
¿Será que yo también?
Anoche tuve unos sueños de esos que nunca me logro acordar, pero tenia la sensación vivida de que tenía que cambiar mi manera de pensar, aferrarme a algo concreto en la vida, asirme de algo para no naufragar, colgarme en el cuello el escapulario que me había regalado mi abuela antes de morir hace más de 10 años atrás, y volver, hoy con casi 18 años, a olvidar que alguna vez en mis tiempos de preadolescencia, en ese limbo entre los 12 y los 14, me proclame con orgullo atea. (O quizás agnostica. O probablemente nada de lo anterior)
Hace poco escribí que seis años de ateismo no pasaban en vano. Hoy lo reitero, pero con un significado totalmente opuesto. No puedo, más alla de querer o no, es que no puedo, no lo soporto, I can't stand, esto. Siento que voy a al deriva, y como Dalí, y como Anne, y como muchos otros, no encontré otra cosa más perfecta para ser mi salvación que esto: Creer en eso que no se ve, pero que da fuerzas.
Extraño. (ni yo lo creo). Pero cierto.
1 notas musicales:
Es que siempre es necesario tener algo en qué creer que no esté dado por razones... algo así como un poquito de magia.
Con pura razón no se puede vivir.
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