Just follow the day... (Ejercicio I)

Pisa las hojas que se empiezan a caer por el otoño que recien llega. Pero ¿quién te dijo que podías pisarlas de esa manera? Camina por la tierra, casi sin darte cuenta que las piedras te clavan y que uno que otro vidrio te corta la piel en tiritas. Pasea por el pasto, por esa hierba tan verde y tan viva en esta epoca del año en que todo parece morir.
Escucha... Memoriza el sonido casi prohibido de tu humanidad paseando sin sentido. Y entonces prepárate, es este el momento. Cuando saltas sin moverte y caminas sin respirar, y de pronto tu mente se vacía sola... sola.

Que extrañas esas cosas que salen de ahí ¿no? son esas cosas que ni sabías que estaban guardadas (mentiras) sí, ¿lo olvidabas? Ese pasado oculto que sale cuando te mojas los pies en la invisibilidad del pasto y en la semi-oscuridad de una tarde que no es tarde, y que tampoco quieres que acabe. Esta tarde que pretende ser tarde con la luna que pretender ser luna, cuando en realidad es el sol mentiroso que se disfraza porque nunca pudo aceptar nada. Nada.

Tú tampoco sabes (puedes) aceptar nada. Tú, que estás ahí dentro tan dentro. Tan en el fondo como esos recuerdos del inconciente que dicen que todos tenemos. Y es este el ejercicio más practico de todos: sentarte a que alguno de tus hemisferios cerebrales (o quizás los dos) diga eso que tiene que decir, y que no se pudra dentro.

(Una de las maneras pedagógicas que encontré para tener la mente más liviana: escribir por escribir, y sólo escribir sin importar la lógica o la coherencia de las imágenes mentales)

----------------
Now playing: The Polyphonic Spree - Get Up and Go
via FoxyTunes

If we smile, can we go?


Ayer hubiera dicho (y de hecho lo dije, pero sólo para mi misma) que quería olvidarlo todo. Pero hoy en la mañana cuando me desperté por tercera vez, supe que me siento increiblemente bien con esos recuerdos. A veces me pregunto si después de todo, te seguirás acordando... (o si aun después de todo, te quieres acordar)
(Anoche también soñé con mi radio, la radio vieja, pero esa es historia de otro post, o quizás no, porque sería la indicación más directa de que tengo una cabeza-de-radio)

The biggest mistake ever made


Dudar.
Ese es uno de los (mis) peores errores. Dudar, y dudar sobre la duda, y dudar sobre la sombra de lo que era la duda, and never get out of that vicious circle.

Estoy un poco agotada, pero de una forma que experimento hoy por primera vez. Hay algo en mi psiquis que esta cansado. Algo en mis emociones que está un poco harto y necesita un recreo largo. Algo en mi mente (que no es esa parte de mi que ocupo para estudiar) que ya no se la puede tan fácil como antes.

Y debo descubrir que es.

(aunque quizás lo sepa y no me de cuenta)

You have to move on.

Aparezco entre este tiempo nebuloso sólo para hablar un poco aquí. Hay un cuento que leí que me gusto un montón, es muy bueno. Lo dejaré por aqui, se llama Roy Spivey, esta en inglés eso sí.
Y en realidad, me gustaría hablar de un montón de cosas de las que no me atrevo, esas que guardo por ahí, en el último rincón donde rebota mi neurona solitaria. Ahí mismo. Aun no me atrevo. Aun no soy capaz, y Roy Spivey, me lo recuerda mucho (mucho muchísimo) más.
Dios, Cielo, Nubes, Energía de la Tierra, o lo que sea: Why is so SO difficult to just move on?
Para leer Roy Spivey de Miranda July (este es un cuento que viene en un libro llamado 'The Book of Other People') click aquí (viene en pdf)
--------------------------------------
18:00pm
Sigo pegada en lo mismo, tengo la inquietante sensación de que debo decir algo que ni siquiera sé que es. Tengo esa sensación pegada al cuello. Tengo un montón de pensamientos aglobados, inutiles, decolorados, sin sentido.
I have...
nothing to say.

Málditos Jóvenes!!!

En el metro me vine más apretada que nunca, y realmente estoy considerando la opción de probar por primera vez en mi vida un troncal de transantiago( yeah, people, I usually only use the subway)
Es una pena (una locura insana, realmente) ver como el mundo se descascara antre mi no-siempre-atenta-figura y darme cuenta a través de mi propio tacto que la gente es una mierda de humanidad.
Lo digo en general, para que ninguna sensibilidad sea herida, pero es que creo que no hay nada que haya sentido antes que se compare a la rabia que me da contemplar a la gente cuando hace combinación en Vicente Valdés (hacia L5 o L4). Corren como verdaderos animalitos, la involución de hace presente en unos segundo. Me llegan empujones, tirones y hasta codazos por el solo hecho de ir en ese metro hacia la universidad a estudiar. Y luego, los infaltables jóvenes: Yo soy jóven, por ello no me molesta irme parada, por eso cuando al fin logro tener un asiento, lo doy inmediatamente si hay alguien que lo necesita más que yo.
Los años se respetan. Y me parece terriblemente patetico contemplar todos los días como los jóvenes se van "durmiendo", se hacen los dormidos, miran hacia otro lado, mientras que un hombre, una mujer, algo fatigados por la falta de sueño, las decadas y el cansancio miran al horizonte sin abrir la boca.
Hey people, I did not want to say this. I would probably never say this again, but all of you, are just PATETICOS IRREMEDIABLES.
jáh.
(Esa fui yo, a las 10:35 segun mi reloj de pulsera, en mi hora libre, ocupando la internet de la Biblioteca de Humanidades de la UC)

The Wombats en el metro


Hace meses que conocía The Wombats. Tienen un disco muy bueno que nunca falta en mi (cuarto) mp3 (sí, porque el primero y el tercero me los robaron y el segundo murió). Es un disco contagioso, con melodías que le suben el ánimo a cualquiera.
Me acuerdo que The Wombats me acompañaban siempre los sábados del año pasado, cuando iba al preuniversitario a Geografía y Literatura. Y vaya que ayudaban, por alguna cosa extraña y mágica, su música me permitía no dormirme en plena clase.
El otro día volví a saber lo que en realidad son los Wombats. Fue un día en el que me desperté mas chata del metro que de costumbre, en que pise el suelo con los pies descalzos y me pareció más desagrdable que nunca. Entonces me subí al metro (siempre lleno de gente que huele mal y de jovenes que no dan el asiento a nadie) y me puse los audífonos.
Los Wombats me acompañaron incluso en la terrible (y es que me da hasta miedo) combinación en Vicente Valdés a eso de las 7:45 de la mañana. Me fui tarareando mientras me perdía un poco en la combinación de recuerdos y somnolencia que me invade siempre a esa hora. La gente me mira raro ¿Y? La gente siempre mira raro lo que no es raro.
Me bajé en San Joaquín como siempre: con la preocupación de que nadie se mueve y casi siempre me bajo justo antes de que la puerta me triture. Los Wombats me salvan justo a tiempo y me llevan de la mano hasta la Facultad de Letras.
Es que los Wombats son geniales, son como esos amigos que salen de la nada y no se van nunca. Y para los incrédulos o curiosos, puede hacer click aquí and believe.

Eternal Sunshine (Un año después)



Este post no estaba pensado para ser escrito ahora o aquí. Este post es sólo una pausa, un stop no tan rotundo a la vida rápida y cotidiana de todos los días (y de algunos días más que de otros)

Siempre vuelvo a esa extraña sensación cuando vuelvo a ver fotos de esa película (la que califico como mi favorita) Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Bueno, no es precisamente que vuelva a esa sensación, si no más bien que me llegan ecos lejanos de ella, y que recuerdo un poquito como era tener determinada edad y como era sentirse de una determinada manera ante determinados actos.

Mi edad favorita, (la edad determinada) son los 15. O al menos eso es lo que me gusta decir. Aunque ahora que lo pienso, a los 15 años no era capaz ni de organizar mi propia vida, y ahora casi a los 18 tengo el control de la mayoría de las cosas.
Bueno, es que así son las cosas. Nunca es fácil convivir con el pasado, pero hace poco aprendí que es mejor mirar hacia adelante. Que duele menos, y se pasa mejor.

Cosas de pasillos, salas y nubes.

Yo usualmente camino con la mochila (o el bolso) de una manera distraida. Como si las cosas (incluyendo esos pensamientos secretos) colgaran y se resbalaran hacia mis pies, y entonces se enredaran con los nudos de los cordones de mis zapatillas.
A veces miro el cielo, no hay muchas nubes para imaginar sus formas, ultimamente.
A veces, también, imagino situaciones que no existen, imagino cuentos que no acabo de escribir y me hablo a mi misma (al otro yo tras los lentes) en un spanglish muy divertido y complejo.

Sí, si ya entré a la universidad. ¿Y cómo va la vida?

Bueno, nunca he sabido responder a ese tipo de preguntas, pero hasta ahora nada que haya podido alcanzar la categoria de surreal (no sé si para bien o para mal). Y la vida se mueve se mueve se mueve y se mueve... no tanto como mis miedos y pensamientos... But...

At least, It moves.

Saludos a los blogs amigos (en otras palabras, a todos los que estan en los links de aqui al lado :) y suerte con Marzo, que después de todo, también tiene cosas buenas)
Con tecnología de Blogger.