Es cierto que casi no he escrito aquí. Si tengo que ser honesta, este fue un año bastante rápido y ocupado y el poco tiempo que no estaba estudiando, quería descansar y no escribir. Es una explicación simple y casi barata, pero es la única que tengo.
Asi que hoy vuelvo, hoy por distintos motivos, porque el año se acaba, porque hoy se celebra un nuevo cumpleaños de mi papá, hoy porque mi entrenamiento para la media maratón va viento en popa, hoy porque pronto empezará el año en el que me voy a licenciar.
Sí, how mad is that. Parece que recién estaba en tercero medio y decidí crear este blog, oh no, parece que fue ayer cuando entré a la U.
2011: termina en número impar, los años con números impares siempre serán, por decreto personal, mis favoritos. Terminé tercer año de licenciatura. Parecía imposible, tantos ramos extraños y otros tan dificiles y otros tan fomes, pero terminé. En vacaciones de invierno comencé a correr, y que extraño fue darme cuenta que era como si siempre hubiese estado corriendo. Y en verdad, siempre lo he estado. Intentando escapar de problemas, de situaciones, de recuerdos, de sueños, de palabras, de impedimentos, de miedos y de fantasmas. El 1 de abril de 2012, cuando falten dos días para que cumpla 21 años, voy a correr 21 kilómetros, y aunque muchos puedan tener sus propias creencias de porque hago esto, yo quiero pensar que es un rite of passage, una forma de decirle al mundo y al cosmos que yo gané de todos modos, que soy una sobreviviente, que pude sobrevivir (en algunas ocasiones con menos gloria que en otras) a cada una de las pruebas que tuve que pasar para llegar aquí. Que pude sobrevivir la soledad, los pensamientos, los cuentos sin terminar, la incomprensión, la pena, la rabia, que mucha gente entrara y se fuera de mi vida sin siquiera saludar, que mi papá desapareciera de la faz de la tierra cuando yo aun ni siquiera sabia que quería estudiar, las frustraciones, las complicaciones, el sentirse extraño, diferente, el no encajar y otros tantos mas.
Sobreviví. Crecí, maduré y hoy no me queda más que decir que confesar que estoy feliz. Que más que estar feliz, soy feliz. Que estudié lo que me gustaba, que hago lo que me gusta y que veo un futuro claro y tranquilo y que estoy ansiosa por todo lo que se viene. Porque mi vida la construyo yo, y creo que ya lo demostré con creces.
Para el 2012 no pido nada. Sé que será un buen año. I mean, how could it not be a good year. Me licenciaré y correré una media maratón. Y muchas otras cosas más.
(Y claro que el 2012 se acaba el mundo, pero no como todos piensan. Este año seremos nuevas personas, pero antes, tenemos que dejar atrás a los viejos 'yos')
Asi que hoy vuelvo, hoy por distintos motivos, porque el año se acaba, porque hoy se celebra un nuevo cumpleaños de mi papá, hoy porque mi entrenamiento para la media maratón va viento en popa, hoy porque pronto empezará el año en el que me voy a licenciar.
Sí, how mad is that. Parece que recién estaba en tercero medio y decidí crear este blog, oh no, parece que fue ayer cuando entré a la U.
2011: termina en número impar, los años con números impares siempre serán, por decreto personal, mis favoritos. Terminé tercer año de licenciatura. Parecía imposible, tantos ramos extraños y otros tan dificiles y otros tan fomes, pero terminé. En vacaciones de invierno comencé a correr, y que extraño fue darme cuenta que era como si siempre hubiese estado corriendo. Y en verdad, siempre lo he estado. Intentando escapar de problemas, de situaciones, de recuerdos, de sueños, de palabras, de impedimentos, de miedos y de fantasmas. El 1 de abril de 2012, cuando falten dos días para que cumpla 21 años, voy a correr 21 kilómetros, y aunque muchos puedan tener sus propias creencias de porque hago esto, yo quiero pensar que es un rite of passage, una forma de decirle al mundo y al cosmos que yo gané de todos modos, que soy una sobreviviente, que pude sobrevivir (en algunas ocasiones con menos gloria que en otras) a cada una de las pruebas que tuve que pasar para llegar aquí. Que pude sobrevivir la soledad, los pensamientos, los cuentos sin terminar, la incomprensión, la pena, la rabia, que mucha gente entrara y se fuera de mi vida sin siquiera saludar, que mi papá desapareciera de la faz de la tierra cuando yo aun ni siquiera sabia que quería estudiar, las frustraciones, las complicaciones, el sentirse extraño, diferente, el no encajar y otros tantos mas.
Sobreviví. Crecí, maduré y hoy no me queda más que decir que confesar que estoy feliz. Que más que estar feliz, soy feliz. Que estudié lo que me gustaba, que hago lo que me gusta y que veo un futuro claro y tranquilo y que estoy ansiosa por todo lo que se viene. Porque mi vida la construyo yo, y creo que ya lo demostré con creces.
Para el 2012 no pido nada. Sé que será un buen año. I mean, how could it not be a good year. Me licenciaré y correré una media maratón. Y muchas otras cosas más.
(Y claro que el 2012 se acaba el mundo, pero no como todos piensan. Este año seremos nuevas personas, pero antes, tenemos que dejar atrás a los viejos 'yos')